miércoles, 18 de agosto de 2010

LOS SWINGER Y LA MADUREZ PSICOLÓGICA

¿Estaré lista para un swinguer?


Para nuestro Consultorio Psicológico http://www.consultoriopsicologico.cl/  la participación en los swinger no son para todo tipo de personas. Los rasgos de personalidad juegan un papel fundamental con las conductas de los individuos y se requiere de una sólida madurez psicológica para tomar cualquier decisión con asertividad sobre este tema.

Para el psicólogo Roberto Rosenzvaig, psicólogo clínico, sexólogo y especialista en terapias de pareja.la opción de los swinger no debe considerarse necesariamente una conducta “anormal”, sino que tiene que ver con la búsqueda de alternativas, donde muchas veces es motivado por uno de los cónyuges. El problema, según el especialista, está en que uno de los dos acepte cualquier situación para complacer a su pareja.

En un reportaje sobre el tema publicado en enero del 2004 en el diario The New York Times, la doctora Megan Fleming, psicóloga clínica y terapeuta sexual del Centro Médico Beth Israel de Nueva York, advirtió que existen peligros psicológicos potenciales: "Una fantasía sexual muy ardiente no necesariamente se traduce en algo que se disfruta en la vida real. En una fantasía, uno controla todo lo que sucede y en la realidad no sucede lo mismo".

Otro especialista el psicólogo Alfonso Luco del Colegio de psicólogos de Chile, refiere que los swinger son una actividad sexual grupal. Como psicoterapeuta con más de treinta años de trabajo con parejas, afirmó que los efectos para las parejas son marcadamente negativos. Desde su punto de vista es nocivo, no basado en juicios morales, sino por los efectos que implica como la desconfianza que sobreviene afectando la autoestima. Las reacciones son la inseguridad y los estados ansiosos como respuesta.

Tambien puedes ver este artículo en:
 http://www.puntomujer.emol.com/hombre_y_mujer/noticia/detallenoticia.asp?id={E8DB275E-AA0F-45C0-A38E-5CAA00F6E2F1}<

Si usted tiene alguna inquietud sobre este tema visite nuestra página web http://www.consultoriopsicologico.cl/  escríbemos y te responderemos de inmediato.

LA OTRA CARA DE LOS SWINGER

Los swinger placer y desgracia

Algunos dicen que fue lo mejor que les pudo haber pasado para matar el aburrimiento de su relación, otros que sus fantasías por fin fueron cumplidas y otros los que lamentan su experiencia aduciendo que es el camino más rápido para acabar una relación.

Por Yuly Medellín Correa, Psicóloga, Mag. en Periodismo

Pareciera que el término de “swinger” fuera un término algo nuevo y un tema que diera de que hablar a los medios de comunicación. No obstante, fue a inicios de los años 60 cuando los movimientos hippies reconocieron públicamente el intercambio de parejas y luego la práctica salió a la luz. Un hecho que se consideró de poca cordura y que hoy se tiñe de moda y de liberalidad.

“Swinger, swinger ¿Qué son los swinger? ¿Cómo? ¿No lo sabes? Es lo último en bares y clubes. Si quieres placer, novedad y pasarlo rico, la última moda son los swinger”. Ése es el tipo de expresiones que se escuchan hoy entre los jóvenes y adultos. Lo que mucha gente no sabe es que también implica rupturas de pareja y con daños graves a la autoestima que generan estados ansiosos y depresiones severas.

Nuestro Consultorio Psicológico http://www.consultoriopsicologico.cl/ advierte que incursionar en este tipo de prácticas implica una serie de riesgos que al final pueden atentar contra la estabilidad emocional de uno o de ambos miembros de la pareja. Todo es válido dentro de una relación cuando hay un acuerdo mutuo y son los dos quienes disfrutan. El swinger es un arma de doble filo ya que si bien  pueden ser un buen vehículo de acuerdo a los intereses de cada pareja, también puede destruir una relación como le ocurrió a una de nuestras pacientes.

Judith López (28), quien prefiere utilizar nombres ficticios para resguardar su identidad y la de su ex pareja, acudió a los servicios terapéuticos de nuestro Consultorio Psicológico para consultar su caso. Aseguró que el swinger fue una de las causantes de la destrucción de su relación con Carlos. Vivían juntos desde hacía cinco años, pero nunca se casaron y actualmente tienen un hijo de 4 años de edad.

“Carlos, fue siempre sexualmente muy activo. Un día me propuso que tuviera una relación sexual con una mujer para cumplir su fantasía sexual”, comentó Judith. Se fueron a un bar, ella bebió mucho y no recuerda cómo terminó en la cama de un motel con Carlos y una mujer que no conocía. “Me sentí sucia, pero no le dije nada a él”, agregó.

La semana siguiente Carlos la convenció para que fueran a un local swinger: “Estaba muy nerviosa y sentía asco, pero quería complacerlo por temor a perderlo”, señaló Judith. Fueron al lugar y después de dos horas de baile vio como ‘su Carlos’ la llevaba a los brazos de un hombre desconocido mientras él acariciaba a otra mujer. “Mis lágrimas comenzaron a salir mientras aquel hombre me ‘tiraba sin parar’.. Sentía asco. Tengo la imagen en mi cabeza de mi pareja como gozaba al verme con aquel hombre. ¡Los swinger son también una desgracia!”, se lamentó. La relación conyugal se terminó un mes después y Judith quedó muy lastimada. Han pasado dos años y no ha logrado superarlo.

El caso de Judith es bastante delicado ya que los efectos psicológicos son fuertes. Cualquier pareja puede sufrir un daño en su autoestima generando estados ansiosos y depresiones graves. Las parejas pueden terminan odiándose y en el futuro les puede llegar a costar trabajo reestructurar su vida sexual.

Parte de los problemas que hoy viven las parejas que se someten a esta práctica es el tratar de responder a una moda y no a una necesidad real. Los swinger han existido durante mucho tiempo, pero se han dado a nivel privado y terminan siendo relaciones lícitas en la vida de una pareja. La diferencia es que hoy se habla de lugares swinger y del comercio dedicado a promoverlo como negocio. Entonces tendríamos que evaluar de dónde parte la iniciativa, si es de la pareja o si es influenciada por la publicidad en Internet.

Sin embargo, para J.M., dueño y administrador de un local dedicado a promover los swinger, estos lugares no son un negocio ni un prostíbulo, ni un night club. “Son un estilo de vida", asegura.

martes, 17 de agosto de 2010

¿ES AMOR O APEGO LO QUE SIENTO?


“Mi nombre es Lina y estoy casada hace 15 años. No sé lo que siento por mi marido. Hay momentos en que creo que lo odio e incluso lo he llegado a tratarlo mal. Pero cuando él no llega a la casa o se demora siento una angustia enorme. En otros momentos lo único que hago es rezar para que no le pase nada. ¿Esto es amor o apego lo que siento?”.

Por Yuly Medellín Correa, Psicóloga, Mag. en Periodismo

Para despejar las dudas que tiene Lina comenzaré a definir los conceptos de Amor y Apego.


¿Qué es el amor?

El amor puede tener muchos conceptos, consideraciones, pensamientos, argumentos o motivos, que van de acuerdo a ideologías o puntos de vista. Pero en el fondo el amor tiene un significado abstracto y es tan simple que uno mismo no lo ve. A veces no son necesarios los libros ni los papers científicos para definir lo que es el amor. Es naturalmente sencillo y claro. Aquel que se evidencia por sí sólo cuando pensamos y cuando miramos. A veces nos hace llorar, pelear, gritar y también nos hace temblar y transpirar. Tambíen nos da placer. Es sentir deseo, ternura y pasión. Ansias de llegar a casa y encontrar hay alguien te espera para cuidarte y mimarte; para comer o para discutir o hacer el amor; para dormir juntos y abrazarsen. Así es el amor, quizás inmerso entre versos de una cotidianidad, pero al fin y al cabo versos de amor.

Escrito así todo parece más bonito, pero todos sabemos que hacer rimar los versos del amor no es tan fácil como componer canciones.

¿Y el Apego?

El apego es un sentimiento que ha sido creado por la sociedad. Desde el punto de vista psicológico es una dependencia hacia algo o alguien. Es la conducta que tiene una persona con otra más fuerte o representativa y a la que puede ver como su protector y es considerado como una fuente de seguridad. Dentro de las teorías los apegos éstos no son más que una necesidad humana universal para formar vínculos afectivos estrechos y una necesidad primaria en la especie humana.

Alguien que tiene un apego hacia otra persona y se siente amenazado ante su pérdida puede desencadenar síntomas como la ansiedad y tristeza, rabia e ira. Pero también existen clase de apegos.

Clases de Apego: Al amor y al trabajo.

En el trabajo es muy loable que se dé el apego cuando a la persona no le gusta su quehacer o su oficio y lo hace obligado por temor a no encontrar otro tipo trabajo que le supla la necesidad del dinero, para responder a sus necesidades básicas u obligaciones. Entonces estamos hablando de apego.

Pero si el caso es el de una persona que tiene un trabajo, que no sólo le da el dinero para cumplir con sus obligaciones y responder a sus necesidades básicas, sino que además le encanta lo que hace y lo disfruta entonces estamos hablando de amor al trabajo, porque hay disfrute, vocación y gratificación.

El apego en el amor funciona igual y la consciencia nos debería servir para darnos cuenta de ello. Todos los seres humanos somos dependientes del afecto, no podríamos vivir sin él, pero no podemos apegarnos a uno. Debemos saber discernir si el afecto que recibimos no sólo nos gratifica sino que también nos hace felices.

Si eres feliz entonces ya no tienes un apego sino amor de verdad, de aquellos que te hacen subir un escalón más en la vida, que te dan fuerza cuando se comparte y te hacen sentir cosas bellas en su mayoría de veces.

Por lo tanto Lina deberá evaluar su situación, y si ella o usted  desean profundizar sobre este tema o requieren de una mejor orienación no duden en visitar nuestra página web http://www.consultoriopsicologico.cl/ y escribirnos.

lunes, 16 de agosto de 2010

LOS 40 Y TANTOS: “Una segunda adolescencia y un verdadero ajuste de cuentas”

Este es el caso de un hombre que a sus 42 años decide darse la oportunidad de sentirse joven y vivir nuevamente sus 20 años.



Por Yuly Medellín Correa, psicóloga, Mag. en Periodismo

Se trata de Víctor un hombre coqueto y atractivo que llegó un día a mi consulta angustiado de pensar que su vida había pasado muy rápido. Acaecido por no haber tomado las mejores decisiones termina envuelto en un mundo desconocido.

Cuenta que comenzó a sentirse muy inconforme con su vida emocional una situación que esperaba haber resuelto a sus 42 años. Decidió entonces deshacerse de todo aquello que le significaba apegos o ataduras y su esposa fue el primer vínculo que deshizo, a pesar de haber convivido por más de 20 años. “Dejó de ser mi motivo de inspiración y por mucho tiempo quise encontrar una mujer a la que pudiera dedicar una canción de amor o componer una nota. ¡Creo que me equivoqué al casarme y no sé porque soporté tanto tiempo esta relación!, aseveró Víctor.

Pero no todo terminó allí, pues Víctor decidió también abandonar su trabajo y dar su grito de independencia laboral. “Es un asco tener que trabajar para otros y dejarles a otros todo el montón de dinero mientras uno se queda escasamente con la tercera parte de sus ganancias”, comentó Víctor muy molesto. Agregó que con su emancipación más que lograr ganar dinero viviría tranquilo. “No tendré que cumplir horarios y podré tener tiempo para todo”, aseguró.

Víctor nunca tuvo hijos y ello facilitó que pudiera llevar a cabo sus cambios de vida. Cuenta que comenzó a salir los viernes con un nuevo grupo de amigos incluyendo varias mujeres con las que tuvo relaciones pasajeras, pero todo ello dejó de ser suficiente y el alcohol y la marihuana se sumaron a su gusto hasta que él mismo sintió lo difícil que era manejarlo. Su oficina se convirtió no sólo en el lugar de trabajo sino en el sitio donde dormía, comía y se drogaba. “Siento que la vida no se me fue de las manos sino que me quedó grande ¡Sólo hasta ahora supe que amaba lo que tenía y lo perdí!”, dijo llorando.

Después de tres años de emancipación Víctor llega con 45 años al consultorio padeciendo de un gran vacío existencial que lo condujo a la depresión y lo llevó a las drogas.

Cómo se puede analizar este caso:

Les aseguro que pensar tanto sobre la existencia de cada uno de nosotros a veces te puede confundir.

Analógicamente hablando, la vida de cada ser humano es todo un libro que debe ser escrito tal y como es. Entonces, imagina que escribes, -con tinta-, sólo un episodio de tu vida en el que podrás tener tres oportunidades de leer y hacer cambios, ya sea rayando y tachando, pero no borrando. Cuando termines podrás leerlo por cuarta vez, pero en esta ocasión tendrás que sumar cuántos cambios hiciste y comparar la historia con la original. Ver si en algo se parecen y lo más importante si los cambios que hiciste dejaron legible tu lectura o por lo contrario te confunden.

Lo que te quiero decir es que en la vida también existen los cuadernos de taller. En su mayoría con muchas marcas, borrones, tachones, tintas fuertes y muchas márgenes que sobrepasan sus límites. Pero en la vida de cada ser humano existe un sólo libro. Los cuadernos de taller son los que te van guiando día tras día, semana tras semana, mes a mes y año tras año. Son ellos la base, para que puedas ir pasando a limpio tu historia en ese maravilloso libro que es tu vida.

No se puede transformar 42 años de vida en un sólo cuaderno de taller, intentando borrar todo lo que se te antoje porque te vas a quedar sin piso. El caso de Víctor es uno de aquello en que uno agradece poder escribir, porque le da la oportunidad a otro de aprender. Es por ello, que con el consentimiento de mi paciente y usando otro nombre les comparto esta historia a la que le he denominado “la segunda adolescencia” y un “verdadero ajuste de cuentas” porque finalmente fue lo que Víctor llegó hacerle a su vida.

No obstante, lo que si hay que tener claro es que existe una segunda adolescencia que ocurre entre los cuarenta y cincuenta años, pero no necesariamente todos pasan por ella, ya que todo depende de cómo hayas resuelto la primera. La diferencia entre una y otra está en que la segunda adolescencia no tiene ni fecha ni calendario y es la fase a la que yo he denominado el “Ajuste de Cuentas”, porque las personas tienden a darse todo el látigo posible por lo que dejaron de hacer con sus vidas en lo emocional y se vuelcan en cambios drásticos como el caso de Víctor. Pero no todos terminan mal, pues logran superar los “baches” como lo hicieron en la primera adolescencia.

También he tenido casos de segunda adolescencia a los sesenta años, pero tienden a no tardar más que unos meses. Cuando se tiene menos de veinte, la adolescencia puede perseverar incluso hasta los treinta, pero todo depende de cuánto tardes en lograr identificarte con el mundo. A los sesenta ya no se tiene toda la energía para pretender comenzar de nuevo.


Ajuste de Cuentas:

Le he llamado el Ajuste de Cuentas, porque por lo general somos bien crueles con nosotros mismos. Aquí buscamos ser felices en esencia, somos más egoístas, -como debiéramos quizás ser a los 20 años, sin tener que dar cuentas o explicaciones. Pero ojo que son pocos los que tienen la fortuna de llegar a los 50 sin un vacío existencial, con frustraciones, ataduras y con la sensación de que no se hizo en la vida lo que realmente se quería.

No te preocupes si crees que estás pasando por la segunda adolescencia, sólo piensa que una segunda vida no se reconstruye en un par de semanas borrando tu pasado. Es bueno reinventarse y ser feliz, pero no necesariamente esto significa  renunciar, podrías quedar igualmente amputado como Victor. Puedes mantener a tu lado muchas cosas que has construido, sólo debes reinventarlas, modificando los espacios para que te den libertad y gratificación. Cuando llega la gratificación logras salir de aquella incertidumbre.

Visita nuestra página web: http://www.consuoltoriopsicologico.cl/  y escríbenos si tiene alguna inquietud y te atenderemos de inmediato.

.Discusión:

¿Qué piensas de este caso? ¿Conoces a alguien con esta problemática?
¿De dónde sacó Víctor la idea de que su esposa era un apego?
¿Qué es un apego? (puedes verlo en el siguiente artículo de este blog)
¿Por qué Víctor no pensó que podía moldear poco a poco su matrimonio y actuó tan radicalmente?



jueves, 12 de agosto de 2010

PARAFILIAS: ¿SON LESBIANAS?






Diversidad, libertad o patología

Qué te ocurre con el lesbianismo


"Es absurdo escuchar a la gente decir que el lesbianismo es una opción de vida y todas esas estupideces".


Por Yuly Medellín Correa, Psicóloga, Mag. en Periodismo

Andrea es una mujer de 25 años que se identifica como lesbiana, pero sostiene que es un error asegurar que ésta sea una opción de vida, ya que nunca tuvo que elegir. Para ella, se trata de una parafilia que nació con ella.

Desde que era niña se ha sentido atraída por las  mujeres. "Recuerdo que en mi pubertad me encantaba verme al espejo y espiar a mis primas cuando estaban desnudas para poder ver si sus senos habían crecido", comentó Andrea. 

Mas tarde en el colegio ella comenzó a tener actitudes similares, pero algunas de sus compañeras se dieron cuenta, asi que tuvo que evitar hacerlo. "Ver mujeres voluptuosas siempre me provocó un gusto y una gran exitación", aseguró Andrea. Agregó que a pesar de que aún era muy pequeña y no entendía lo que sentía, se daba cuenta que era muy distinta a las mujeres de su edad. 

"Cuando llegué a mi adolescencia comencé a sentir un rechazo profundo hacia mis pretendientes varones. ¡Jamás supe que fue tener una relación con un hombre!, por lo contrario me repugnaba el hecho que se acercaran a mí", dijo.

Andrea tenía 18 años cuando tuvo su primera experiencia con una mujer, según ella, no fue antes porque no tuvo la oportunidad. "Es absurdo escuchar a la gente decir que el lesbianismo es una opción de vida y todas esas estupideces; ser lesbiana no es una opción de vida sino una parafilia que hace parte de tí desde el momento en que naces", aclaró. Para Andrea no se trata de tener un lunar o pecas en la cara, ya que dice que éstas se las puedes quitar y que en cambio una parafilia no es algo que se pueda modificar.

Esta historia ha sido autorizado para publicarse y se usó otro nombre para resguardar la privacidad.

Cómo podemos ver este caso:

Lo que todos debemos tener claro al escuchar a Andrea es que una parafilia es un patrón de comportamiento sexual del ser humano en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en el coito  o la cópula, es decir que no se implica la participación de los órganos genitales sino en alguna otra actividad.

Pero ojo que las parafilias se consideran inofensivas salvo cuando no están  dirigidas a un objeto potencialmente peligroso o dañino para cualquiera de las personas involucradas en el acto sexual.


Estas conductas han dependido ser parafílicas de acuerdo a las convicciones sociales que se esten viviendo en el momento. Recordemos que muchas de nuestras abuelas opinaban que prácticas como el sexo oral o la masturbación eran aberraciones y ciertamente hasta mediados del siglo XX fueron consideradas como conductas parafílicas.

Entonces reevaluemos la pregunta:  ¿Qué es el lesbianismo hoy en día? ¿Es una patología de la sexualidad clasificada como una parafilia? o simplemente es un término empleado para hacer referencia a la homosexualidad de la mujer o dicho en otras palabras el deseo de una mujer por otra.

Muchas mujeres admiten haber tenido conductas lésbicas, y se identifican como bisexuales. Otras mujeres dicen que han tenido estos comportamientos por una moda u forma de entretención al  sexo masculino. ¿Qué piensas tú? Ser lesbiana es una diversidad, es libertad, parafilia o patología?

No olvides que puedes consultar tu inquietud a http://www.consultoriopsicologico.cl/ aquí podremos orientarte.